Esta ola de frio que está arrasando Europa y que nos tiene a la mayoría cual cubitos de hielo por mucha calefacción que encendamos, tiene pinta de que va a tener consecuencias mucho más allá de las alertas por bajas temperaturas o de la nevada monumental que hizo que cerrara Barajas, que colapsó carreteras y que impidió a muchos salir de casa.
Y no me refiero a esas peleas tontas de si te ocupas tu o me ocupo yo, o nos ocupamos los dos a la vez de mantener las infraestructuras (noticia aquí). No, esas absurdeces sólo pasan en España con esos que emplean su tiempo en pelearse y no en buscar soluciones y mejorar las cosas.
Me refiero a algo que lleva toda la semana sucediendo a nivel europeo y se empieza a ver hoy en la prensa española, y es el debate sobre energías. Porque no hay mejor momento para darse cuenta de lo dependientes que somos, que cuando hace falta encender la calefacción por estar a -4º o el aire acondicionado por estar a 40º.
Con toda la pelea por el gas que ha sucedido entre Rusia, Ucrania y la UE se ha empezado a hablar de que los paises europeos que han sufrido esta ola de frío sin algo que nos parece en estos tiempos tan natural como tener agua caliente y calefacción gracias al gas, estaban empezando a pensar en poner en funcionamiento otra vez sus obsoletas centrales nucleares con el fin de diversificar la obtención de energía y disminuir la dependencia del gas que tienen.
Más de uno se habrá llevado las manos a la cabeza ante tal idea y no sólo por los comentarios medioambientales contra la energía nuclear, si no por el peligro que puede tener la puesta en marcha de centrales tan antiguas y que dudosamente se encuentran en el estado óptimo para su funcionamiento. Sólo hay que recordar que la central Eslovaca de Jaslovske Bohunice es del mismo modelo que la central de Chernóbil y que incumple la normativa europea de seguridad nuclear. Esto ha provocado que la UE mueva ficha y decida hacer una reunión de urgencia en busca de alternativas y soluciones a los problemas que se han observado en materia de energía, pasando estas probablemente por una diversificación.
La idea de intentar no depender tanto de una misma fuente de energía no es algo que piensen sólo los que mandan. Muchos recordarán por vivencias propias o por lo que recuerden sus padres o abuelos cuando las casas tenian chimenea para caldearse, se usaba leña y/o carbón para cocinar y nos damos cuenta de como han cambiado las cosas. De como si ahora mismo se fuera la luz, no tendriamos modo ni de cocinar ni de tener agua caliente y calefacción (eso sin contar con la dependencia que tenemos en esta parte del mundo de tener mil aparatos eléctricos: la radio, la tele, el ordenador, el teléfono…).
Pues hoy en la prensa española se encontraba parte de ese debate. Artículos en el ABC y El Mundo hablan otra vez de los planes del Gobierno de no renovar la licencia a las centrales nucleares españolas y de la dificultad de suplir la energía que estan generan, que nos guste o no la energía nuclear hay que ser realistas en ese punto. Por suerte había otro artículo para la esperanza y es que por fin España es el primer país en energía fotovoltaica, ¡¡por encima incluso de Alemania!!
Lo cierto es que depender de una sola fuente de energía es muy peligroso, da igual por cual se apueste. No hay que dejar de pensar que el petroleo, el gas y el carbón se agotarán, además de depender de lo que los grandes productores quieran. La energía nuclear presenta una serie de inconvenientes muy importantes que hay que tener en cuenta. Y las energías «limpias» dependen de algo que no podemos controlar, la naturaleza, además de tener también sus inconvenientes (aunque muchos hablen sólo de sus bondades y se olviden de ellos).
Esperemos que en la reunión que tenían hoy los ministros de energía de la Unión Europea hagan algo más que felicitarse el año.